sábado, 19 de julio de 2014

Your distro, your rules

Your distro, your rules

Me he embarcado en un proyecto a corto/medio plazo consistente en instalarme en el servidor de mi casa un entorno Linux con las siguientes directrices:

  1. La distribución será Linux From Scratch 7.5 (en adelante, LFS). Los motivos principales para elegir esta distribución son:
    • Tengo experiencia en ella
    • No soporto que alguien tome decisiones por mí del tipo: "Instalo soporte PCMCIA porque es posible que lo necesites"
    • No me llena el disco de basura
    • Como dice el lema de LFS: "Your distro, your rules" (Es tu distribución: tú estableces las normas)
  2. Estará basada en 32 bits. Mi microprocesador soporta 64, pero sólo tengo 4 GBytes de RAM, la diferencia de rendimiento es pequeña y prefiero tener la posibilidad de instalar/ejecutar programas compilados de 32 bits.
  3. La codificación de caracteres será ISO-8859-1. No entiendo ningún idioma que necesite caracteres que no estén en ISO-8859-1. ¿Para qué me sirve que mi navegador me visualice perfectamente ideogramas chinos si no los entiendo? ISO-8859-1 es mucho más compacto y satisface mis expectativas. Por último, algunos programas antiguos, no soportan UTF-8. Y son los programas que me gustan.
  4. No instalaré udev. Antes de udev, he vivido con un directorio /dev poblado con miríadas de dispositivos, algunos de los cuales no los iba a utilizar en la vida. Ahora me ofrecen la alternativa de tener un /dev con muy pocos dispositivos y un demonio corriendo continuamente a la espera de que conecte un exótico dispositivo que nunca voy a conectar. No. Prefiero un /dev poblado con los dispositivos que tiene mi ordenador. Si en el futuro conecto algo extraño, ya me encargaré de crear el nodo en /dev que corresponda. Sé que esto no es lo normal/deseable para los usuarios de a pie, pero yo soy un profesional de la informática y me gusta tener mi sistema limpio y sólo los dispositivos que de verdad tengo conectados.
  5. Mi gestor de ventanas será Motif. He crecido con él. He aprendido con él y siempre he querido tener acceso a un sistema personal con él. Ahora puedo tenerlo. Es simple y robusto. Por fin es libre. ¿Qué más necesito? Es cierto que no tiene todos los perifollos de Gnome o de KDE, pero es mucho más robusto que ambos. Lamentablemente, no hay tantas aplicaciones para Motif como para GTK+, así que tendré que instalar las librerias de GTK para ejecutar algunas, pero eso no quiere decir que tenga que utilizar Gnome como gestor de ventanas. Prefiero Motif. Me encanta que sólo necesite un pequeño rincón de la pantalla donde se vea el fondo del escritorio para, pulsando con el botón derecho, acceder a todos los menús de Motif que yo, con un simple editor de texto plano, he definido.